jueves, 1 de marzo de 2007

Horacio Macías León


El Tortugo

Creo que hablar de alguien que haya sido una fuente de inspiración para tomar el camino de la gastronomía me resulta difícil, ya que mucha gente es la que ha dejado huella en mí y ha influido en lo que soy.

Pero para facilitar las cosas creo que tomaré a una de las personas más importantes en mi vida, que no sólo ha compartido conmigo esta pasión por la gastronomía, ya que también hemos compartido mas de la mitad de nuestras vidas y juntos hemos crecido. De ser un amigo ahora es como mi hermano.

La persona de la que hablo se llama David Emmanuel Reyes Jaramillo, nació un 17 de Mayo de 1980. Los primeros 10 años de su vida los vivió en las unidades de Plateros, posteriormente se mudó a San Lorenzo la Cevada, en la Delegación Xochimilco, y entró a estudiar a la secundaria # 230. Pero fue hasta el 2º año de secundaria que lo conocí. No fuimos los mejores amigos en seguida, sin embargo formábamos parte de un grupo de amigos de los cuales solo sobrevivimos cinco...

Luis alias el brenan

Pablo alias el cari de caris

Mauricio alias el ajo

Emmanuel alias el tortugo

Yo alias tencho

Hago un paréntesis para hacer una aclaración, de ahora en adelante, cuando me refiera a mi protagonista lo llamaré por su apodo, por motivos de costumbre (el tortugo).

En la parte que a lo gastronómico se refiere, el tortugo y yo despertamos esa pasión por la gastronomía cuando nos fuimos a vivir a Cancún por ahí del año 2000.

Nuestra aventura es un poco alocada ya que fue un miércoles cuando decidimos irnos a vivir a Cancún y el domingo de esa misma semana ya estábamos arriba de un camión con las maletas llenas de sueños, anhelos, esperanzas y todas las ganas que unos jóvenes de 20 años tienen de vivir una vida sin limites ni restricciones en un lugar donde todo es desconocido, nuevo e incierto.

Los primeros 15 días la pasamos descansando saliendo a la playa, cheleando; para nuestra fortuna un amigo de mi hermana, el Will, estaba viviendo ahí, lo cual nos facilitó movernos por la ciudad. El Will también es un cocinero y cuando lo vimos en Cancún trabajaba en un hotel en la Riviera Maya.

Como todo en la vida tiene un fin, de la misma forma el dinero no es la excepción y comenzó a acabarse, por lo cual teníamos que comenzar a trabajar y pues como el plan era vivir en ese lugar obviamente sabíamos que teníamos que trabajar para poder continuar con nuestro sueño.

Yo entré a trabajar en el hotel J.W Marrito y él en el Xpu Ha palace, desgraciadamente teníamos horarios diferentes y él trabajaba lejos (pasando playa del Carmen en la Riviera), por lo cual el tiempo que pasábamos juntos era poco, pero eso no significaba que no lo aprovecháramos, ya que en la cena intercambiábamos recetas y experiencias, tanto en la cocina como fuera de ella.

En ese hotel rápidamente se comenzó a relacionar con los compañeros, lo cual implicaba las transacciones internas y como estaba en la parrilla pues cambiaba comida por chupe con los meseros y agarraba cada briaga, clásico en las cocinas, el sub chef de nombre Juan era uno de sus principales compañeros de peda y acostumbraban salir juntos a sacar las tensiones de la chamba.

Recuerdo una buena vez que el tortugo no llegó en dos días por andar en la peda, esos días yo me enojé mucho, ya que pensé que algo le había pasado.

Rápidamente transcurrieron tres meses y tomé la decisión de regresarme y pues bueno el decidió quedarse mas tiempo. Pasaron otros cuatro meses y regresó. Sin embargo, no fue mucho tiempo que estuvo aquí en el D F, se regresó a Cancún para igual que yo estudiar la licenciatura en gastronomía de la Universidad del Caribe.

Tuvo que dejar lo que más quería, su familia, su novia y sus amigos, para irse a darle forma y construir sus sueños.

No fue fácil. Al principio vivía solo, pero por cuestiones económicas se animó a compartir el lugar donde vivía con un chico de la universidad y otro amigo, lo cual no resultó ya que no se acopló a la forma de vida de estos amigos. Después se fue a vivir con un amigo, ya que tenia casa y no había que pagar renta.

Cada periodo de vacaciones venia a visitar a su familia y amigos, estaba todas las vacaciones y siempre perdía la primer semana de clases por quedarse un poco más. Cada vez que venia y nos veíamos aprovechábamos para intercambiar experiencias, recetas, anécdotas y construir sueños; uno de ellos era irnos juntos por un crucero para después ir a recorrer Europa.

Pero con el tiempo sus sueños han cambiado, con esto no quiero decir que nuestros sueños se acabaron, simplemente todo evoluciona y cambia con el paso del tiempo.

Ahora él ya tiene una perspectiva diferente y otros sueños, aunque nunca ninguno ha descartado la idea de irnos a viajar por el mundo.

Una de las cosas que admiro de él es la capacidad que tiene para hacer negocios, el bisne, ya que es de la idea de que no quiere trabajar para alguien que no sea él; sin embargo, tiene presente que debido a la situación económica no puede emprender el negocio que quisiera y que para alcanzar ese sueño de autonomía es necesario comenzar trabajando para alguien más.

Otra cosa que me ha dado y me ha ayudado a crecer como persona en todos los aspectos es su amistad, por ello es algo más que un amigo; es parte de mi familia, como si fuera mi hermano.

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