viernes, 2 de marzo de 2007

Gema Cruz Raymundo

La influencia más grande para estudiar gastronomía han sido y son mis abuelas.

En mi pueblo la comida tiene una gran importancia. Sirve para juntar a la comunidad. Cuando hay una fiesta religiosa, en la cofradía se prepara la comida para el pueblo entero.

MI ABUELITA CATALINA

No puedo olvidar los atoles de masa y el de granillo de mi abuelita Catalina, su adobo de carne de cerdo, los elotes asados que nos preparaba. A través de la comida era como podía expresar su cariño, su amor. Cuando murió mi padre, ella me confortó con la comida. Siempre había comida en su casa, tenía muchas ollas colgadas en la pared. Me cuenta mi mamá que doña Cata tenía buena sazón.

En Xayacatlán, Puebla, la costumbre es tener muchos trastes, muchas ollas, cacerolas y platos de barro. Te sirven cuando tienes una fiesta.

Mi abuelita Irene es mi otra gran influencia. Ella también cocina muy rico. Aprendió a preparar el mole de gallina viendo cómo lo hacía la cocinera del pueblo en la cofradía. Lo que más me gusta de su cocina es cuando prepara nopalitos del monte con salsa y tortillas recién hechas. Son muchas cosas las que me gustan de lo que ella cocina, me gusta mucho cuando tuesta café en el comal. El olor es indescriptible.

MIS ABUELITOS IRENE Y ENRIQUE

Don Ernrique, mi abuelito, me enseñó la constancia para seguir adelante en todo. Levantarme cada vez que me caiga. Él me apoyó cuando decidí venir a estudiar gastronomía a la ciudad de México.

LA COCINA COMUNITARIA

Por todo esto y por muchas otras cosas más, estas personas son mi influencia, mi fortaleza y mi apoyo para seguir adelante con mis sueños. Hasta volverlos realidad y alcanzar la felicidad del deber cumplido.
LA COCINA COMUNITARIA

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